Cualquier persona con un negocio de belleza: uñas, pestañas, cejas, estilistas y demás profesionales que trabajamos mediante citas, hemos estado alguna vez en la molesta situación en donde reservamos el espacio para un cliente y este simplemente no se presenta, o bien, nos cancela con muy poco tiempo de anticipación, haciéndonos perder tiempo y dinero, ya que en ese espacio pudimos haber agendado a algún otro cliente que si quisiera y se presentara al servicio.
Es por eso que implementar una política de cancelación o no presentación es fundamental y nos quita menos parte del estrés que este tipo de situaciones representa.
¿Cómo debería ser mi política de cancelación?
Los terminos que tu le vas a dar, dependen enteramente de ti y de como quieras manejar tu negocio, pero pedir un depósito por adelantado es imprescindible, lo ideal es pedir de un 30 a un 50% del costo total del tratamiento. Esto quizás te pueda parecer mucho, sin embargo es una gran ventaja para tu negocio. Un depósito más grande asegura que tu tiempo sea remunerado, porque aunque el cliente no llega, es tiempo que seguramente vas a destinar a actualizar tus redes sociales, limpiar, trabajar en contenido, prácticar o buscar algún curso para seguir creciendo tu negocio.
Si por ejemplo, tu servicio cuesta $600 pesos, y tu pides de deposito $100 pesos, si el cliente tiene algún plan mejor, preferira perder esos $100 pesos. En el caso en donde pidas un 50% de deposito, no a todos nos gusta perder $300 pesos y mejor organizaremos nuestra agenda para poder asisitir y no perder ese dinero.
¿El depósito debería ser reembolsable?
Lo ideal es que no, de lo contrario ¿cuál es el punto? para esto es importante especificar claramente cuales son tus políticas, hacerlo en un lenguaje muy accesible y fácil de entender, y tenerlo comunicado en tus redes sociales, tu local, en el texto de confirmación de la cita y en tantas partes como sea posible.
Por ejemplo, si el cliente tiene un imprevisto (que a todos nos puede pasar) puedes pedirle que cualquier cambio sea con un minimo de 24 a 48 horas, tu define el tiempo según las necesidades de tu negocio y el tiempo que consideres necesario para poder agendar a algún otro cliente.
Otra cosa que puedes implementar es un costo por cancelación o por reagendar, es decir, si el costo de la cita es de $600 y el depósito de $300, puedes implementar un costo por reagendar con poca anticipación por $150 pesos, de esta forma estará al menos parcialmente cubierto parte de tu tiempo perdido.
Recuerda no agendar a un cliente hasta que el depósito esté cubierto ¡no tengas miedo de pedirlo! estamos hablando de tu tiempo y tu trabajo, es justo pedirle al cliente que lo respete.
-Paulina Nieto.